Una planta de procesamiento de aceite de soja está diseñada para extraer y refinar aceite de semillas de soja, lo que implica una serie de procesos para convertir los frijoles de soya en aceite crudo o refinado, junto con valiosos subproductos como harina de soya. El aceite extraído se utiliza ampliamente en la cocina, en alimentos procesados y en aplicaciones no alimentarias, como el biodiésel.
Las semillas de soya son limpiadas para eliminar materiales extraños como polvo y piedras. Luego, se les quita la cáscara, que puede ser utilizada como alimento animal o en otras industrias.
Las semillas de soya descascaradas son trituradas en pequeñas escamas para aumentar la superficie de extracción de aceite. Estas escamas se calientan a unos 60-80°C (140-176°F) para ayudar a romper las células de aceite, facilitando así la extracción.
Existen dos métodos principales de extracción: prensado mecánico (expeller) y extracción con disolventes. El prensado mecánico es adecuado para producciones a pequeña y mediana escala, mientras que la extracción con disolventes permite extraer hasta el 99% del aceite.
En las plantas de extracción con disolventes, se retira el disolvente de la harina de soja extraída en un equipo de desolventización y tostado, dejando una harina libre de disolventes lista para ser utilizada en alimentación animal.
El aceite crudo extraído contiene impurezas que deben ser filtradas antes de su refinación mediante un sistema de filtración especializado.
Este proceso incluye desgomado, neutralización, blanqueo y desodorización, permitiendo que el aceite refinado cumpla con los estándares de la industria alimentaria.
El producto final se almacena en condiciones controladas para prevenir la oxidación y el deterioro. Se presenta en envases para su distribución en el mercado retail.
Una planta de procesamiento de aceite de soja es esencial para la industria de extracción de aceite, con aplicaciones en múltiples sectores. La combinación de prensado mecánico y extracción con disolventes maximiza el rendimiento mientras se generan valiosos subproductos. Aquellos interesados en establecer una planta deben considerar cuidadosamente la escala de producción, costos de inversión y demandas del mercado, ya que el aceite de soja y la harina representan oportunidades de negocio lucrativas.